Octubre de 2023

Empezaron en octubre de 2023, las obras. Me refiero a las obras que el ayuntamiento de mí ciudad está haciendo en la calle del piso donde paso la mayor parte del año. La idea me parecía fantástica, iban a instalar unas rampas mecánicas que salvan más de 15m. de pendiente y que me permitirían subir cómodamente a la vuelta de mis paseos.

Es el último furor en mi ciudad (Vigo), que no quede calle céntrica (también las hay en otras zonas) sin sus rampas mecánicas para moverse sin despeinarse en una ciudad que está construida sobre una montaña y en la que hay más cuestas que canales en Venecia.

¡Qué iluso!, los dos primeros meses pensé que el ruido sería soportable, en enero ya pensaba que no podría sobrevivir mucho más con el estruendo de las máquinas, vehículos y operarios que en vez de apoyar con normalidad lo que fuese que tuvieran que dejar en el suelo, parecía que pensaban que dejar caer a peso los materiales era la mejor forma de colaborar con la particular sinfonía de ruidos insoportables que las obras estaban componiendo.

Llegó junio y con él la temporada de verano. Las obras seguían y yo ya había perdido toda esperanza. Sólo esperaba que al faltar solo unos días para irme a la casa de campo donde paso la temporada estival, allí entre la naturaleza podría relajarme y olvidarme del infierno de los ruidos de la ciudad.

Y así fue, un merecido descanso de las obras, pero ya hemos pasado la mitad de agosto y se acerca cada vez más el momento de volver al piso. He leído en el periódico local que las obras continuarán hasta octubre de 2024 y yo ya tengo flashes de Vietnam.

En fin, que toca ir volviendo a la vida cotidiana y yo creo que no estoy preparado para escuchar la sinfonia de ruidos que ya deben de estar terminando de componer.

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Juan Balbuena

Galeguiño de gama baja, comparto lo que me gusta y alguna cosa más pues también.

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